El tomate es la mejor opción entre los expertos cuando se habla de alimentos milagrosos que pueden ayudar a tratar o controlar el cáncer, particularmente el cáncer de estómago. En el año 2013, un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos concluyó que el consumo de tomate en grandes cantidades se relacionó con un riesgo reducido de cáncer gástrico.
Un cáncer de estómago o cáncer gástrico tiende a desarrollarse lentamente a lo largo de los años. Casi siempre es un adenocarcinoma. Estos cánceres se desarrollan a partir de las células que forman el revestimiento interno del estómago (la mucosa). Los cánceres que comienzan en diferentes secciones del estómago pueden causar diferentes síntomas y tienden a tener diferentes resultados. La ubicación del cáncer también puede afectar las opciones de tratamiento. Si no se detecta a tiempo, puede conducir a la formación de un tumor que necesita atención médica u otra intervención dependiendo de la etapa o el estado de la enfermedad.
La causa exacta del cáncer aún es desconocida en el mundo de la ciencia. Pero según los expertos, existen pocos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de estómago y estos incluyen inflamación intestinal intensa, crecimiento de pólipos, úlcera, antecedentes prolongados de anemia e infección con una bacteria común llamada H. Pylori.
Otro estudio publicado en Oxford Academic’s Journal of National Cancer Institute estudia 12 casos controlados que examinaron incidentes de cáncer de estómago y consumo de licopeno (comúnmente encontrados en tomates) en diferentes partes del mundo.
El estudio observó que:
“Se observaron asociaciones inversas entre el consumo de tomate y riesgo de cáncer gástrico en todas estas poblaciones diversas”.
Según un estudio de ecología en Japón, se informó que la población con mayor licopeno plasmático tiene menos casos de cáncer gástrico en comparación con las áreas donde la población tenía menos plasma de licopeno.
Como se señaló en el estudio:
“La asociación inversa consistente observada en diversas poblaciones sugiere fuertemente un efecto protector del consumo de tomate o licopeno sobre el cáncer gástrico”.
Además de esto, un equipo de expertos italianos realizó un estudio sobre la correlación entre el consumo de tomate y la reducción del riesgo de cáncer de estómago. Los resultados revelaron que los extractos de tomate pueden tener la capacidad de inhibir el crecimiento y la multiplicación de las células del cáncer de estómago. El estudio sugirió que los tomates, como agentes que combaten las células del cáncer de estómago, deberían considerarse por completo y no solo para el componente de licopeno que se encuentra en ellos.
Daniela Barone, investigadora del Centro de Investigación Oncológica de Mercogliano (CROM) en Italia declaró que:
“Su efecto antitumoral parece no estar relacionado con componentes específicos, como el licopeno, sino que sugiere que los tomates deben considerarse en su totalidad”.
Los expertos también señalaron que diferentes especies de tomates pueden tener diferentes efectos en diferentes etapas del cáncer. Se requieren más investigaciones.